Ahora sí, ¡a cocinar!
1. En un sartén caliente o comal, coloca los habaneros enteros y ásalos durante unos minutos, girándolos constantemente, la piel debe empezar a dorarse y soltar un aroma ahumado. Este paso realza su sabor y suaviza su intensidad. Si prefieres una salsa menos picante, puedes retirar las semillas y venas después de asarlos.
2. Coloca el mango Ultraorganics en la licuadora, añade los habaneros asados, la cebolla picada, el diente de ajo pelado, el jugo de un limón recién exprimido y el vinagre. Si deseas un toque dulce que equilibre el picor, incorpora una cucharada de miel o azúcar. Agrega una pizca de sal y 1/4 de taza de agua para facilitar el licuado.
3. Procesa todo a velocidad alta hasta lograr una salsa suave, vibrante y de textura sedosa. Si prefieres una consistencia más líquida, añade un poco más de agua y vuelve a licuar. Aquí es donde los sabores se fusionan en un equilibrio perfecto entre lo dulce, lo ácido y lo picante.
4. Toma una pequeña cucharada y saborea con atención:
¿Demasiado picante? Agrega un poco más de mango o miel.
¿Muy espesa? Un chorrito extra de agua o jugo de limón puede hacer maravillas.
¿Falta intensidad? Un pellizco de sal o más limón puede despertarla aún más.
5. Vierte la salsa en un frasco de vidrio limpio, puedes usarla de inmediato o refrigerarla por al menos 30 minutos para que los sabores se asienten mejor. Bien tapada, se conserva perfectamente durante una semana en el refrigerador.
¡Listo!
Una combinación explosiva de dulzura, acidez y picor que resalta con el sabor jugoso del mango maduro, el toque ahumado del habanero y el equilibrio perfecto del limón y la miel.
Ideal para tacos, mariscos, carnes a la parrilla o como dip para botanear, esta salsa le pone sabor y carácter a cualquier momento.